PAZ Y BIEN

sábado, 21 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO NUEVO 2014



IV DOMINGO DE ADVIENTO A (22 de diciembre del 2013)

Evangelio según San Mateo 1,18-24.

Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.

Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: "La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel", que traducido significa: «Dios con nosotros». Al despertar, José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa. PALABRA DEL SEÑOR.

REFLEXIÓN:

Queridos amigos en el Señor Paz y bien.

 La Encarnación de Jesús no estuvo carente de problemas y dificultades humanas. A nosotros todo nos parece todo fácil. El Ángel anuncia a María. María acepta, pero ahora vienen los líos con José su esposo. Sorpresivamente, José se da cuenta de que María está embarazada, es consciente que él no ha convivido con ella. Por lógica humana uno solo puede pensar en un adulterio, José no quiere pensar eso de María, la conoce muy bien, pero tampoco puede negar la realidad lo que sus ojos están viendo.

¿Se dan cuenta del problema que se ganó José?  ¿Quieren ustedes ponerse en una situación similar? Ponte que tú como novio, estas en la víspera de contraer el matrimonio y que precisamente ahí te sorprendes que tu novia a quien tanto has amado te sale con el cuento que ya está embarazada y el hijo no es precisamente para ti. ¿Qué actitud tomarías como novio? O que tú como novia estas a punto de casarte y que tu novio en las vísperas te sale con el cuento que ya espera un hijo y no es contigo sino con tu amiga. ¿Irías aun en tales circunstancias alegremente al altar con tu pareja? Pues, José esta exactamente envuelto en este lío. “José, su esposo, que era un hombre justo no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto” (Mt 1,19).

Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados” (Mt 1,20-21) ¿Cree alguien que es fácil entender y creer en ello cuando todos sabemos cómo se hacen los hijos y cómo vienen los hijos al mundo?

Sin embargo, José al igual que antes María: El Ángel le dijo: “No tengas miedo María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,  reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios” (Lc 1,31-35). Ahora José cree y se fía de la Palabra del Ángel (Mt 1,20-21). María creyó sin entender, José también cree sin entender nada. Aquí todo se mueve en el plano de la Palabra y de la fe en la Palabra de Dios.

¿Hoy, alguien cree ya en la Palabra? ¿Tú te fiarías de la palabra de tu esposa o de tu hija? Aquí no hay documentos firmados. No hay documentos notariales que atestigüen la veracidad de la palabra del Ángel; sin embargo, aquí hay dos testigos de fe: María y José que creyeron sin ver, creyeron en la Palabra de Dios, se fiaron de la Palabra de Dios sin exigir ni firmas ni pruebas. María dijo al Ángel: “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38). José obedeció a la palabra del Ángel y “se llevó a casa a su mujer” (Mt 1,24). Misterio de la palabra. Misterio de la fe. Creer fiándose sencillamente de la Palabra de Dios, eso no hace cualquiera sino obedece al poder de la fe como obra de Dios.

Hay una figura en la Navidad que solemos destacar relativamente poco, es la figura de José. Sí, le ponemos de rodillas delante del Niño y poquito más. Sin embargo, es una de las figuras centrales de la Navidad. Hay tres figuras que llenan todo el cuadro: El Niño, María y José, la sagrada familia. José era bien bueno, era todo un hombre de Dios, era todo un hombre de fe; sin embargo, pareciera que “Dios se la hizo”. ¿Se dan cuenta del lío en que le metió María? Mejor dicho, el lío en que le metió Dios.

La lógica humana buscaría que en la anunciación debieron estar presentes los dos tanto la Virgen como José y Dios se hubiera ahorrado líos. Pero el Ángel se le aparece solo a María, no a José. La Anunciación de la Encarnación es para María, y nadie cuenta y piensa en José. Pero la cosa no podía ocultarse por mucho tiempo. Hasta que, un día, percibe la realidad de su esposa María “embarazada”. ¿Cómo explicarlo? ¿Cómo entenderlo? ¿Qué hacer? Todo un momento de angustia, de dudas, de incertidumbres encontradas. Sería el momento de hacer el escándalo madre en Nazaret. ¡Qué talla de hombre! ¡Qué talla de alma! ¡Qué talla de fe! Pero el sufrimiento nadie se lo podía quitar. ¡Y vaya si era bueno! ¿Por qué le tenía que pasar esto a José? No resulta fácil pasar por esa prueba de fe por la que pasa José y guarda silencio. Todo lo medita en su ser interior.

Cuando el Ángel le revela la verdad de lo que ha sucedido, la mente de José se doblega. El corazón de José se aviva y la serenidad cubre la fama de María delante del pueblo. ¿Te imaginas a todas las mujeres de Nazaret viéndola a María como una adúltera? Pues, veamos una escena de adulterio:

“Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?». Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían, se enderezó y les dijo: «El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra». E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo. Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí, e incorporándose, le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?». Ella le respondió: “Nadie, Señor». «Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante” (Jn 8,3-11). José quiso evitar este escándalo para su esposa María por eso dice: “José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto” (Mt 1,19). Pero, Dios corrige a José: “Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados” (Mt 1,20-21).

Dios tiene una manera de hacer las cosas que desconcierta a cualquiera. La Navidad comenzó en Nazaret con todo un problema entre José y María. ¿Se merecían esto? Algo que no corre en nuestra lógica, pero corre maravillosamente en la lógica de la fe, que es la lógica de Dios. Los caminos de Dios nunca son fáciles, pero terminan siendo maravillosos. Ese es el camino de cada uno de nosotros hacia la Navidad. De la oscuridad de la fe, a la claridad de la fe.

San Pablo al respecto dice: “Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo» ¡Abba!, es decir, ¡Padre! (Gal 4.4-6). O como el profeta dice: “Dios puso su morada entre los hombres” (Ez 37,27). O como mismo Juan dice. “La palabra de Dios se hizo hombre y habito entre nosotros” (Jn 1,14).

La encarnación del hijo de Dos es el despliegue del amor hacia nosotros y con razón dice San Juan: “Tanto amó Dios tanto al mundo, que envió a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él” (Jn 3,16). Escena que el profeta lo resume con una idea maravillosa: "Aquí la señal que Dios da: La Virgen está embarazada y da a luz un hijo y le, ponen el nombre de Enmanuel que significa Dios-con-nosotros" (Is 7,14). Lo que quiere decir que Él se hizo lo que nosotros somos porque esta con nosotros, y para que nosotros seamos lo que Él es.

EL PRIMER PESEBRE LO EDIFICÓ SAN FRANCISCO DE ASÍS EN 1223

                   
                        LA NAVIDAD DE GRECCIO
              CELEBRADA POR SAN FRANCISCO (1223)

                                    Relato de Tomás de Celano (1 Cel 84-87)

Digno de recuerdo y de celebrarlo con piadosa memoria es lo que hizo Francisco tres años antes de su gloriosa muerte, cerca de Greccio, el día de la natividad de nuestro Señor Jesucristo. Vivía en aquella comarca un hombre, de nombre Juan, de buena fama y de mejor tenor de vida, a quien el bienaventurado Francisco amaba con amor singular, pues, siendo de noble familia y muy honorable, despreciaba la nobleza de la sangre y aspiraba a la nobleza del espíritu. Unos quince días antes de la navidad del Señor, el bienaventurado Francisco le llamó, como solía hacerlo con frecuencia, y le dijo: «Si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo celebrar la memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno». En oyendo esto el hombre bueno y fiel, corrió presto y preparó en el lugar señalado cuanto el Santo le había indicado.

Llegó el día, día de alegría, de exultación. Se citó a hermanos de muchos lugares; hombres y mujeres de la comarca, rebosando de gozo, prepararon, según sus posibilidades, cirios y teas para iluminar aquella noche que, con su estrella centelleante, iluminó todos los días y años. Llegó, en fin, el santo de Dios y, viendo que todas las cosas estaban dispuestas, las contempló y se alegró. Se prepara el pesebre, se trae el heno y se colocan el buey y el asno. Allí la simplicidad recibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad, y Greccio se convierte en una nueva Belén. La noche resplandece como el día, noche placentera para los hombres y para los animales. Llega la gente, y, ante el nuevo misterio, saborean nuevos gozos. La selva resuena de voces y las rocas responden a los himnos de júbilo. Cantan los hermanos las alabanzas del Señor y toda la noche transcurre entre cantos de alegría. El santo de Dios está de pie ante el pesebre, desbordándose en suspiros, traspasado de piedad, derretido en inefable gozo. Se celebra el rito solemne de la misa sobre el pesebre y el sacerdote goza de singular consolación.

El santo de Dios viste los ornamentos de diácono, pues lo era, y con voz sonora canta el santo evangelio. Su voz potente y dulce, su voz clara y bien timbrada, invita a todos a los premios supremos. Luego predica al pueblo que asiste, y tanto al hablar del nacimiento del Rey pobre como de la pequeña ciudad de Belén dice palabras que vierten miel. Muchas veces, al querer mencionar a Cristo Jesús, encendido en amor, le dice «el Niño de Bethleem», y, pronunciando «Bethleem» como oveja que bala, su boca se llena de voz; más aún, de tierna afección. Cuando le llamaba «niño de Bethleem» o «Jesús», se pasaba la lengua por los labios como si gustara y saboreara en su paladar la dulzura de estas palabras.

Se multiplicaban allí los dones del Omnipotente; un varón virtuoso tiene una admirable visión. Había un niño que, exánime, estaba recostado en el pesebre; se acerca el santo de Dios y lo despierta como de un sopor de sueño. No carece esta visión de sentido, puesto que el niño Jesús, sepultado en el olvido en muchos corazones, resucitó por su gracia, por medio de su siervo Francisco, y su imagen quedó grabada en los corazones enamorados. Terminada la solemne vigilia, todos retornaron a su casa colmados de alegría.

Se conserva el heno colocado sobre el pesebre, para que, como el Señor multiplicó su santa misericordia, por su medio se curen jumentos y otros animales. Y así sucedió en efecto: muchos animales de la región circunvecina que sufrían diversas enfermedades, comiendo de este heno, curaron de sus dolencias. Más aún, mujeres con partos largos y dolorosos, colocando encima de ellas un poco de heno, dan a luz felizmente. Y lo mismo acaece con personas de ambos sexos: con tal medio obtienen la curación de diversos males.

El lugar del pesebre fue luego consagrado en templo del Señor: en honor del beatísimo padre Francisco se construyó sobre el pesebre un altar y se dedicó una iglesia, para que, donde en otro tiempo los animales pacieron el pienso de paja, allí coman los hombres de continuo, para salud de su alma y de su cuerpo, la carne del Cordero inmaculado e incontaminado, Jesucristo, Señor nuestro, quien se nos dio a sí mismo con sumo e inefable amor y que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo y es Dios eternamente glorioso por todos los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Aleluya.


PARA TI MI QUERIDO(A) AMIGO(A) DE ESTE MEDIO PERMÌTEME EXPRESARTE UN SALUDO FRANCISCANO DE PAZ Y BIEN POR ESTAS FIESTAS DE NAVIDAD. QUE EL NIÑO JESÚS DERRAME BENDICIONES EN TU FAMILIA. 
ATTE. TU AMIGO FR JULIO CH.



martes, 4 de junio de 2013

VIDA FRATERNA


SAN FRANCISCO DE ASÍS (1181- 1226)

“Dijo Jesús, vayan y proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar. No lleven oro, plata o monedas en el cinturón. Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuesto; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja se merece el alimento”. (Mt 10,7-10).
               
¿Qué reacción te despierta este mensaje de Jesús?

El hermano Francisco de Asís, al oír este pasaje, exclamó: “Esto es lo que yo quiero. Esto es lo que yo busco. Esto es lo que en lo más íntimo del  corazón anhelo: Vivir el Santo evangelio de nuestro Señor Jesucristo” (1Cel 22).

El Santo, el Hermano Universal, nació en Asís (en el centro de Italia) en 1181, por lo que es llamado "Francisco de Asís". Francisco procedía de una familia rica . Su padre era comerciante de telas. Vivió como todos los jóvenes de su edad y de su época diversas experiencias: las fiestas, las escapadas e incluso las guerras, durante las cuales fue hecho prisionero y sufrió enfermedades. Durante su convalecencia, sintió una insatisfacción profunda ante la vida. Buscó, miró a su alrededor, pero su pregunta quedó sin respuesta... Francisco era hijo de familia rica. Su padre, Pedro  Bernardone, era comerciante, tenía una tienda de tejidos y frecuentaba las  ferias internacionales, para comprar y vender. En uno de sus viajes a  Francia conoció a Doña Pica, con quien se casó. Tuvieron dos hijos,
Francisco y Ángel. Francisco era muy popular entre los jóvenes de Asís, Muchacho rico, era  amigo de las fiestas, organizaba con frecuencia las diversiones con sus  compañeros. Soñaba en conquistar honores y mucha gloria. Su padre le  incentivaba a ser caballero. Francisco tenía 20 años cuando las ciudades de
Asís y de Perusa entraron en guerra. Francisco combatió por su ciudad, fue  herido y hecho prisionero; sólo después de un año regresó a casa, y  enfermo. Su madre lo cuidaba, tuvo tiempo de pensar en su vida, ya que la  gloria que buscaba no le llenaba el corazón.

Francisco se dio cuenta de que otro Señor, infinitamente mayor y más  valioso, le disputaba el corazón. Y sólo a El valía la pena consagrar su vida.  Había sentido un despertar, un deseo intenso de seguir a Jesucristo.  Todavía no veía claro el camino.


En una ocasión, el joven Francisco estaba en oración en la iglesia de San  Damián. Oraba delante del Crucifijo, cuando oyó que el crucificado le  hablaba claramente al corazón: “Francisco, ve y restaura mi Iglesia”. No  fue necesario repetirlo dos veces… Se puso una túnica pobre y empezó a reconstruir las paredes de la iglesia.  En otra ocasión, Francisco quedó impresionado al oír, en la pequeña capilla  de la Porciúncula, la lectura del Evangelio del envío de los apóstoles en  misión: “No llevéis bolsa, ni alforjas, ni sandalias... Está llegando a  vosotros el Reino de Dios”. Y exclamó para sí mismo: es esto  lo que yo quiero, es esto lo que yo busco, es esto lo que yo deseo de todo  corazón”.

jueves, 16 de mayo de 2013

FOTOS Y ESTAMPAS FRANCISCANAS: DOGMAS DE FE 1

FOTOS Y ESTAMPAS FRANCISCANAS: DOGMAS DE FE 1: Introducción Dogma es una verdad revelada por Dios, y, como tal, directamente propuesta por la Iglesia a nuestra fe. La revelación,...

PAZ Y BIEN


"PAZ Y BIEN" 

ES EL SALUDO FRANCISCANO DE TODA LA FAMILIA EN EL MUNDO QUIENES SEGUIMOS LA FORMA DE VIDA DEL SANTO UNIVERSAL. 

Este saludo debe reflejar la vida y el ser del franciscano; como también San Pablo saludaba y decía  " La gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo este con todos Uds. " (II Cor. 13,14).

"No me avergüenzo de anunciar el Evangelio que es fuerza de Dios y salvación para todo el que cree en Dios" (Rm 1,16).

miércoles, 15 de mayo de 2013

DOGMAS DE FE 2



II DOGMAS DE FE


20.- La Iglesia fue fundada por el Dios-Hombre, Jesucristo.

Pío IX 1846-1878 Concilio Vaticano, 1869-1870.
24 abril 1870 18 julio 1870 Constitución dogmática sobre la Iglesia.
“Hemos determinado proclamar y declarar desde esta cátedra de Pedro...El Pastor eterno y guardián de nuestras almas para convertir en perenne la obra saludable de la redención, decretó edificar la Santa Iglesia en la que, como en casa del Dios vivo, todos los fieles estuvieran unidos por el vínculo de la fe y caridad.”
Pío X contra los errores modernistas declaró: “La Iglesia fue fundada de manera inmediata y personal por el Cristo verdadero e histórico durante el tiempo de su vida sobre la tierra.” Dz. 2145.
Que quiere decir que Cristo fundó la Iglesia, que El puso los fundamentos substanciales de la misma en cuanto a: doctrina, culto y constitución.
Los reformadores enseñaron que Cristo había fundado una Iglesia invisible. La organización jurídica era pura institución humana.
Sagradas Escrituras:
Mt. 4,18. Escoge a doce para “que le acompañaran y enviarlos a predicar”, “con poder de expulsar a los demonios.”
Lc. 16,13. Les llamó apóstoles: enviados, legados.
Les enseñó a predicar Mc. 4,34; Mt. 13,52.
Les dio poder de atar y desatar. Mt. 18,17.
De celebrar la Eucaristía Lc. 22,19.
De bautizar Mt. 28,19.

21.- Cristo constituyó al apóstol San Pedro como primero entre los apóstoles y como cabeza visible de toda la Iglesia, confiriéndole inmediata y personalmente el primado de jurisdicción.

Concilio de Florencia 1438-1445 Eugenio IV 1431-1447
De la bula Laetentur coeli, 6 Julio 1439.
“...definimos que por todos los cristianos sea creída y recibida esta verdad de fe... que la Sede Apostólica y el Romano Pontífice tiene el primado sobre todo el orbe y que el mismo Romano Pontífice es el sucesor del bienaventurado Pedro,... Dz. 694.
El Concilio Vaticano 1869-1870.
Constitución dogmática sobre la Iglesia de Cristo:
“Si alguno dijere que el bienaventurado Pedro Apóstol no fue constituido por Cristo Señor, príncipe de todos los apóstoles y cabeza visible de toda la Iglesia...sea anatema.” Dz. 1823.
Sagradas Escrituras:
Mt. 16, 17-19 “bienaventurado, tú Simón...y yo te digo a ti, que tú eres Pedro = Cefas, y sobre esta roca edificaré yo mi Iglesia y las, puertas del infierno no prevalecerán contra ella, yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto atares en la tierra...”
Jn. 21, 15-17 “Apacienta mis corderos...”
Después de la Ascensión, Pedro ejerció su primado: Dispone la elección de Matías, Hechos 1, 15: “Uno de aquellos días Pedro se puso en pie en medio de los hermanos...”
Primado significa preeminencia y primado de jurisdicción consiste en la posesión de la plena y suprema autoridad legislativa, judicial y punitiva.
La cabeza invisible de la Iglesia es Cristo, pero el sucesor de Pedro hace las veces de Cristo en el gobierno exterior de la Iglesia militante y es por tanto, vicario de Cristo en la tierra.

22.- El Papa posee la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia no solamente en cosas de fe y costumbres, sino también en la disciplina y gobierno de la Iglesia.

Concilio Vaticano 1869-1870 Pío IX 1846-1878.
“...si alguno dijere que el Romano Pontífice tiene solo deber de inspección y dirección, pero no plena y suprema potestad de jurisdicción sobre la Iglesia universal, no solo en las materias que pertenecen a la fe y a las costumbres, sino también en las de régimen y disciplina de la Iglesia...sea anatema. Dz. 1831.
cf. Dz. 1827
Conforme a esta declaración la potestad del Papa es:
1) De JURISDICCION: verdadero poder de gobierno que es potestad: legislativa jurídica (litigiosa) coercitiva
2) UNIVERSAL: se extiende a todos los pastores y fieles de la Iglesia. En materia de enseñanza y gobierno.
3) SUPREMA: ningún otro sujeto pose el poder en igual o mayor grado. Por esto la colectividad de todos los obispos no está encima del Papa.
4) PLENA: el Papa puede resolver por SI MISMO cualquier asunto que caiga dentro de la jurisdicción eclesiástica sin requerir de los obispos ni de toda la Iglesia.
5) ORDINARIA: va ligada con su oficio en virtud de una ordenación divina y no ha sido delegada por nadie superior en jurisdicción.
6) EPISCOPAL: el Papa es al mismo tiempo OBISPO UNIVERSAL de toda la Iglesia y de la diócesis de Roma.
7) INMEDIATA: puede ejercer sin instancia previa sobre los obispos y los fieles.
Por este poder del Papa de tratar libremente con todos los obispos y fieles de la Iglesia, se condena toda ordenación del poder civil que subordinan la comunicación oficial con la Santa Sede a un control civil y hacen depender la obligatoriedad de las disposiciones pontificias a un visto bueno de las autoridades civiles. Dz. 1829.

23.- El Papa es infalible siempre que habla ex cátedra.

Concilio Vaticano 1869-1870 Pío IX 1846-1878
Sesión IV 18 Julio 1870.
“...enseñamos y definimos ser dogma divinamente revelado. Que el Romano Pontífice, cuando habla ex cátedra esto es, cuando cumpliendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, define por su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe y costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal, por la asistencia divina que le fue prometida en la persona de Pedro, goza de aquella infalibilidad de que el Redentor divino quiso que estuviera provista su Iglesia en la definición sobre materia de fe y costumbres, y por tanto, las definiciones del Obispo de Roma son irreformables por sí mismas y no por razón del consentimiento de la Iglesia.” Dz. 1839 Dz. 466-694.
Para comprender este dogma conviene tener presente:
1) SUJETO de la infalibilidad es todo Papa legítimo, en su calidad de sucesor de Pedro, y no otras personas u organismos a quienes el Papa confiere parte de su autoridad magisterial. Ejemplo: congregaciones pontificias.
2) OBJETO de la infalibilidad son las verdades de fe y costumbres, reveladas o en íntima conexión con la revelación divina.
3) CONDICION de la infalibilidad es que el Papa hable EXCATEDRA
a) que hable como pastor y maestro de todos los fieles haciendo uso de su suprema autoridad.
b) que tenga intención de definir alguna doctrina de fe o costumbres para que sea creída por
todos los fieles. Las encíclicas pontificias no son definiciones ex cátedra.
4) RAZÓN de la infalibilidad es la asistencia sobrenatural del Espíritu Santo que preserva alsupremo maestro de la Iglesia de TODO ERROR.
5) CONSECUENCIA de la infalibilidad es que la definición ex cátedra de los Papas sean por sí mismas irreformables, sin la intervención ulterior de ninguna autoridad.
Sagradas Escrituras:
Mt. 16-18 “a ti te daré las llaves del Reino de ...”
Jn. 21, 15-17 “apacienta mis ovejas”.
Lc. 22, 31 “Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca... confirma a tus hermanos.”
Para poder cumplir con la función de mandar eficazmente, es necesario que los Papas gocen de infalibilidad en materia de fe y costumbres.

24.- La Iglesia es infalible cuando define en materia de fe y costumbres

Pío IX 1846-1878 Concilio Vaticano 1869-1870
“el Romano Pontífice cuando habla ex cátedra... posee aquella infalibilidad que el Divino Salvador quiso que estuviera dotada su Iglesia cuando definiera algo en materia de fe y costumbres”. Dz. 1839.
El concilio Vaticano, en la definición de la infalibilidad pontificia, presupone la infalibilidad de la Iglesia.
Son contrarios a este dogma, los que al rechazar la jerarquía (Papa) rechazan también el Magisterio autoritativo de la Iglesia.
Sagradas Escrituras:
La razón intrínseca de la infalibilidad de la Iglesia radica en la asistencia del Espíritu Santo, que Cristo prometió a sus apóstoles para desempeño de su misión de enseñar:
Jn. 14,16 “Yo rezaré al Padre, y os daré otro Abogado, que estará con vosotros para siempre, el Espíritu de Verdad.”
Cristo exige obediencia absoluta a la fe, y hace depender de esta la salvación eterna:
Mc. 16,16 “El que creyere se salvará...y el que no creyere se condenará.”
Lc. 10,16 “El que a nosotros oye a mi me oye; el que a vosotros desprecia a mi me desprecia.”
Los apóstoles y sus sucesores (la Iglesia) se hallan libre del peligro de errar al predicar la fe. Dz. 1793-1798.
Los sujetos de la infalibilidad:
1) El Papa
Cuando habla ex cátedra.
2) El episcopado en pleno, con el Papa cabeza del episcopado.
Es infalible cuando, reunido en concilio universal, o disperso por el orbe de la tierra, enseña y propone una verdad de fe o costumbres para que todos los fieles la sostengan.
(Cada obispo en particular no es infalible al anunciar al anunciar la verdad revelada Ej. Nestorio cayó en error y herejía.)
Pero cada obispo, en su diócesis por razón de su cargo, es maestro autorizado de la verdad revelada mientras esté en comunión con la Sede Apostólica y profese la doctrina universal de la Iglesia.

Cristo está presente en el sacramento del altar por transustanciarse toda la sustancia de pan en su cuerpo y toda la sustancia de vino en su sangre.

Julio III 1550-1555 Concilio de Trento 1545-1563.
“Si alguno dijere que en el sacrosanto sacramento de la Eucaristía permanece la sustancia de pan y de vino, juntamente con el cuerpo y la sangre de N.S.J.C., y negare, aquella maravillosa y singular conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y de toda la sustancia del vino en la sangre, permaneciendo solo las especies de pan y vino; conversión que la Iglesia Católica aptísimamente llama transubstanciación, se anatema.” Dz. 884-877.
Transubstanciación = es una conversión en sentido pasivo, es el tránsito de una cosa a otra. Cesan loas sustancias del pan y el vino porque suceden en su lugar el cuerpo y la sangre de Cristo.
La transubstanciación es una conversión milagrosa y singular, distinta de las conversiones naturales. Porque en ella tanto la materia como la forma del pan y del vino es la que se convierte, solo los accidentes permanecen sin cambiar: seguimos viendo el pan y el vino pero substancialmente ya no lo son, porque en ellos está realmente el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo.
Sagradas Escrituras:
Mc. 14,22 “tomad este es mi cuerpo...”
Lc. 22,19 “Tomó el pan, dando gracias lo tomó y lo dio a sus discípulos diciendo: Este es mi cuerpo...”

25.- El bautismo es un verdadero sacramento instituído por Jesucristo.

Paulo III 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563.
“Si alguno dijere que los sacramentos de la Nueva Ley no fueron instituidos todos por Jesucristo a saber, bautismo, confirmación, etc. que alguno de estos no es verdadera y propiamente sacramento, sea anatema.
Sagradas Escrituras:
Cristo explica a Nicodemo la esencia y necesidad del bautismo. Jn. 3,5. “El que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
Antes de subir a los cielos ordenó a sus apóstoles que bautizaran a todas las gentes.
Mt. 28,19 “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra, id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
San Buenaventura: El bautismo fue instituído en cuanto a su materia, cuando Cristo se hizo bautizar; en cuanto a su forma, cuando el Señor resucitó y nos las dio (Mt. 28,19); en cuanto a su efecto, cuando Jesús padeció, por la pasión de Cristo el bautismo recibe toda su virtud; y a su fin, cuando predijo su necesidad y sus ventajas.
“Respondió Jesús: “En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.” Jn. 3,5.
El bautismo de agua se puede sustituir, en caso de necesidad, por el bautismo de deseo, el de sangre.
26.- La Confirmación es verdadero y propio sacramento
Paulo III 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563
“Si alguno dijere que la Confirmación de los bautizados es ceremonia ociosa y no más bien verdadero y propio sacramento..., sea anatema.” Dz. 871.
Dice Sto. Tomás; “Este sacramento concede a los bautizados la fortaleza del Espíritu.”
Para que se consoliden interiormente en su vida sobrenatural y confiesen exteriormente con valentía su fe en Jesucristo.
Sagradas Escrituras:
Jesús promete enviar al Espíritu y se cumple el día de Pentecostés.
“Quedaron todos llenos del Espíritu Santo.” Hech. 2, 4.
“Pedro y Juan son enviados a Samaria para que recibieran al Espíritu Santo pues aún no había venido sobre ninguno de ellos.” Hech. 8, 14.
“ E, imponiéndoles Pablo las manos, descendió sobre ellos el Espíritu Santo.” Hech. 19,6.
Los apóstoles eran conscientes de que efectuaban un rito sacramental, consistente en la imposición de las manos y la oración, que tenía como efecto la comunicación del Espíritu Santo.

27.- La Iglesia ha recibido de Cristo la potestad de perdonar los pecados cometidos después del Bautismo.

Julio III 1550-1565 Concilio de Trento 1545-63
“...fue comunicada a los apóstoles y a sus legítimos sucesores la potestad de perdonar y de retener los pecados para reconciliar a los fieles caídos después del Bautismo.” Con.3 Dz. 894.
Sagradas Escrituras:
Mt. 16, 19 “yo te daré las llaves del reino de los cielos.” El poseedor de las llaves del Reino de los cielos tiene la plena potestad para admitir o excluir a cualquiera de este Reino.
Jn. 20,21. “...a quien perdonareis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis, les serán retenidos.” Así como Jesús había perdonado los pecados durante su vida terrena, Mt. 9, 2; Mc. 2,5; Lc. 5,20; así también ahora hace partícipe a sus apóstoles de ese poder de perdonar.
Las palabras de Jesucristo se refieren al perdón real de los pecados por el sacramento de la penitencia. Dz. 913.
El poder de perdonar no fue concedido a los apóstoles como carisma personal sino a la Iglesia como institución permanente, para pasarlo a los sucesores de los apóstoles.

28.- La confesión sacramental de los pecados esta prescrita por Derecho Divino y es necesaria para la salvación.

Julio III 1550-1555 Concilio de Trento 1545-63.
“Si alguno difiere que la confesión sacramental o que no fue instituida o no es necesaria para la salvación por derecho Divino; o difiere que el modo de confesarse secretamente con solo el sacerdote, que la Iglesia Católica observó siempre desde el principio y sigue observando, es ajeno a la institución y mandato de Cristo, y una intervención humana, sea anatema.” Dz. 916.
Los reformadores, negaron que la confesión particular de los pecados fuera de institución Divina y necesaria para la salvación.
Sagradas Escrituras:
No se expresa directamente la institución Divina de la confesión particular pero sí se deduce: la potestad para retener o perdonar no se puede ejercer debidamente si el que posee tal poder no conoce la culpa y la disposición del penitente. Para ello es necesario que el penitente se acuse.
El Papa León Magno contra los abusos de la confesión pública declaró:
“basta indicar la culpa de la conciencia a solas los sacerdotes mediante una confesión secreta.” Dz. 145.
29.-La Eucaristía es verdadero sacramento instituído por Cristo.
Paulo 111 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563.
“Si alguno dijere que los sacramentos de la nueva Ley no fueron instituidos todos por Jesucristo, que son siete: bautismo, Eucaristía... y que alguno de estos no es verdadero y propiamente sacramento, sea anatema.”
Sagradas Escrituras:
El hecho de que Cristo instituyó la Eucaristía se ve en sus palabras:
“Haced esto en memoria mía...” Luc. 22,19.
En ella se cumplen todas las notas esenciales de la definición de sacramento:
La materia ----- el pan y el vino.
La forma ------- las palabras de la consagración.
La gracia interna ------ indicada y producida por el signo es la unión con Cristo y la vida eterna:
1.- “Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.” Jn. 6,56.
2.- “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna.” Jn. 6,54.

30.- La Unción de los enfermos es verdadero y propio sacramento instituído por Cristo.

Julio III 1550-1555 Concilio de Trento 1545-1563.
“Si alguno dijere que la extremaunción no es verdadera y propiamente sacramento instituído por Cristo nuestro Señor y promulgado por el bienaventurado Santiago Apóstol, sino sólo un rito aceptado por los Padres, o una invención humana, sea anatema. Dz. 926.
Pío X condenó la sentencia modernista que pretende que el apóstol Santiago pretendió en su carta recomendar una práctica piadosa. Dz. 2048.
Sagradas Escrituras.
Mc. 6,13 “expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.”
Santiago 5, 14 “¿Está alguno enfermo entre nosotros ungiéndole con óleo en nombre del Señor...”
Este pasaje expresa las notas esenciales del sacramento.
1) Signo exterior de la gracia: óleo (materia oración de los presbíteros (forma).
2) Efecto interior de la gracia expresado en el perdón de los pecados.
3) La institución por Cristo: “en el nombre del Señor” por encargo y autoridad del Señor.” cf. 5.10.

31.- El Orden es un verdadero y propio sacramento instituído por Cristo.

Pío IV 1559-1565 Concilio de Trento 1545-1563.
“Si alguno dijere que en el Nuevo Testamento no existe un sacerdocio visibles y externo, o que no se da potestad alguna de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y sangre del Señor y de perdonar los pecados, sino solo el deber y mero ministerio de predicar el Evangelio...sea anatema” Dz. 961.
Como se ve existe en la Iglesia un sacerdocio visible y externo.
“Si alguno dijere que en la Iglesia católica no existe una jerarquía, instituida por ordenación Divina, que consta de obispos, presbíteros y ministros, sea anatema.” Dz. 966.
Y una jerarquía instituida por ordenación Divina.
Sagradas Escrituras.
Hech. 6, 6 “Los cuales (7 varones) fueron presentados a los apóstoles, quienes orando les impusieron las manos.” Institución de los diáconos.
Hech. 14, 22 “Les constituyeron presbíteros en cada Iglesia por la imposición de las manos.”

32.- Sacramentalidad del matrimonio.

“EL MATRIMONIO ES VERDADERO Y PROPIO SACRAMENTO INSTITUIDO POR CRISTO”.
Concilio de Trento 1545-1563 Pío IV 1559-1565.
“Si alguno dijere que el matrimonio no es verdadera y propiamente uno de los siete sacramentos de la Ley del Evangelio, e instituído por Cristo Señor, sino inventado por los hombres en la Iglesia, y que no confiere la gracia, sea anatema.” Dz. 971
Sagradas Escrituras:
Mt. 19,6. “así, pues, ya no son dos, sino una sola carne.”
Gen. 2, 23. “Por lo cual, abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se juntará a su mujer y serán dos en una sola carne.”
Mc. 10,9. “Lo que Dios unió el hombre no lo separe.”
Ef. 5,32. “Este sacramento grande es, pero en Cristo y en la Iglesia.”
El matrimonio, como institución natural es de origen divino. Dios creó a los hombres varón y hembra (Gen. 1,27) y depositó en la misma naturaleza humana el instinto de procreación. Dios bendijo a la primera pareja y les mandó que se multiplicaran “procread y multiplicaos y henchid la tierra. (Gen. 1,28).
Cristo restauró el matrimonio instituído y bendecido por Dios haciendo que recobrase su primitivo ideal de unidad e indisolubilidad y elevándolo a la dignidad de sacramento.

La escatología del individuo

1.- La Muerte. Origen de la Muerte.

La muerte, en el actual orden de salvación, es consecuencia primitiva del pecado.
Paulo III 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563.
“Si alguno no confiesa que el primer hombre Adán, al transgredir el mandamiento de Dios en el paraíso, perdió inmediatamente la santidad y justicia en que había sido constituido e incurrió por la ofensa...en la muerte con que Dios antes le había amenazado...que toda la persona de Adán fue mudada en peor; se anatema
Aunque el hombre sea mortal por naturaleza, ya que su ser está compuesto de partes distintas, por revelación sabemos que Dios dotó al hombre, en el paraíso, del don preternatural de la inmortalidad corporal. Más por castigo, al quebrantar el mandato Divino es condenado a morir.
Sagradas Escrituras:
Gen. 2,17 Ya Adán había sido amenazado: “El día que de él comieres morirás...”
Rom. 5,12 “Por un hombre entró el pecado al mundo, y por el pecado la muerte...”

2.- El Cielo

LAS ALMAS DE LOS JUSTOS QUE EN EL INSTANTE DE LA MUERTE SE HALLAN LIBRES DE TODA CULPA Y PENA DE PECADO ENTRAN EN EL CIELO.

Benedicto XII 1334-1342 Constitución Benedictus Deus
29 Enero 1336.
“Por esta constitución que ha de valer para siempre y por autoridad apostólica definimos...que según la común ordenación de Dios, las almas completamente purificadas entran en el cielo y contemplan inmediatamente la esencia Divina, viéndola cara a cara, pues dicha Divina esencia se les manifiesta inmediata y abiertamente, de manera clara y sin velos; y las almas, en virtud de esa visión y ese gozo, son verdaderamente dichosas y tienen vida eterna y eterno descanso.” Dz. 530.
Símbolo apostólico del siglo V Dz. 6 y 9.
“Creo en la vida eterna”.
Sagradas Escrituras:
Jesús representa la felicidad del cielo bajo la imagen de un banquete de bodas: “Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta.” Mt. 25,10.
La condición para alcanzar la vida eterna es conocer a Dios y a Cristo: “Esta es la vida eterna que te conozcan a Ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo.” Jn. 17,3.
“Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.” Mt. 5, 8.
“Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le aman.” 1 Cor. 2, 9.
La vida eterna consiste en la visión de Dios. “Seremos semejantes a El porque le veremos tal cual es.” 1 Jn. 5, 13.
Los actos que integran la felicidad celestial son de entendimiento, (éste por un don sobrenatural “lumen gloriae” es capacitado para el acto de la visión de Dios. (Ps. 35, 10; Apoc.22,5) de amor y de gozo.

3.- El Infierno.

Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal van al infierno.
Benedicto XII 1334-1342 Const. Benedictus Deus 29-I-1336.
“Según la común ordenación de Dios, las almas de los que mueren en pecado mortal, inmediatamente después de la muerte, bajan al infierno, donde son atormentados con suplicios infernales.” Dz. 531.
El infierno es un lugar y estado de eterna desdicha en que se hallan las almas de los réprobos.
Niegan la existencia del infierno los que no creen en la inmortalidad personal. (materialismo).
Sagradas Escrituras:
Jesús amenaza con el castigo del infierno:
“Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti, más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no todo tu cuerpo sea arrojado a la gehena.” Mt. 5, 29.
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehena.” Mt. 10, 28.
“¡Hay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito y cuando llega a serlo, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!.” Mt. 23, 15.
Fuego eterno:
“Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.” Mt. 25, 41.
Suplicio eterno:
“E irán estos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.” Mt. 25,46.
San Pablo en 2 Tes.1, 9. “Serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria de su poder.”
San Justino, funda el castigo del infierno en la idea de la JUSTICIA DIVINA la cual no puede dejar impune a los transgresores de la ley.

4.- El Purgatorio

LAS ALMAS DE LOS JUSTOS QUE EN EL INSTANTE DE LA MUERTE ESTAN GRAVADAS POR PECADOS VENIALES O POR PENAS TEMPORALES DEBIDAS POR EL PECADO VAN AL PURGATORIO.

Purgatorio = lugar de purificación.
Gregorio X 1271-1276. II Concilio de Lyon, 1274.
“Las almas que partieron de este mundo en caridad con Dios, con verdadero arrepentimiento de sus pecados, antes de haber satisfecho con verdaderos frutos de penitencia por sus pecados de obra y omisión, son purificados después de la muerte con las penas del purgatorio.” Dz. 464.
Sagradas Escrituras:
Enseñan indirectamente la existencia del purgatorio concediendo la posibilidad de la purificación en la vida futura.
Los judíos oraron por los caídos a quienes se les habían encontrado objetos consagrados a los ídolos, a fin de que el Señor perdonara sus pecados.
“Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado.” 2 Mac. 12, 46.
“Quien hablare contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este siglo ni en el venidero.”
Para San Gregorio Magno esta frase indica que las culpas se pueden perdonar en este mundo y también en el futuro.
La existencia del purgatorio se prueba especulativamente por la santidad y justicia de Dios. Esta exige que sólo las almas completamente purificadas sean exhibidas en el cielo; su justicia reclama que se paguen los erratos de pena todavía pendientes, y por otra parte, y por otra parte, prohibe que las almas unidas en caridad con Dios sean arrojadas al infierno. Por eso se admite un estado intermedio que purifique y de duración limitada.

5.- Fin del mundo

AL FIN DEL MUNDO, CRISTO, RODEADO DE MAJESTAD, VENDRA DE NUEVO PARA JUZGAR A LOS HOMBRES.

San Dámaso 366-384 1er. concilio de Constantinopla, 381.
“Símbolo Niceno-Constantinopla.”
“... y otra vez ha de venir con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos;...” Dz. 86.
Sagradas Escrituras:
Jesús predijo muchas veces su segunda venida (Parusía).
“porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.” Mt. 16,27.
“Porque quien se avergüence de mi y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora , también el Hijo del hombre se avergonzará de el cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.” Mc. 8,38. Lc. 9,26.
“El Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras.” Mt. 24,30. cf. Dan. 7,13.
“El fin de la segunda venida será resucitar a los muertos y dar a cada uno su merecido.” 2 Tes. 1,8.
“Por eso debemos ser hallados “irreprensibles” 1 Cor.1,8. 1 Tes. 3, 13.

Señales precursoras de la segunda venida:

1.- Predicación del Evangelio por todo el mundo.

“Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin. “ Mt. 24,14.
“Y es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todas las naciones.” Mc. 13,10.

2.- La conversión de los judíos.

“Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, no sea que presumáis de sabios, el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel, durará hasta que entre la totalidad de los gentiles y así todo Israel será salvo, como dice la Escritura: Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las impiedades. Y esta será mi Alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados....” Rom.11,25-27. (totalidad moral).

3.- La apostasía de la fe.

“Jesús les respondió: “Mirad que no os engañe nadie. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos.” Mat. 24,4. (falsos profetas).
“Que nadie os engañe de ninguna manera.
Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios.” 2 Tes. 2, 3. (Apostasía de la fe cristiana).

4.- La aparición del Anticristo.

“Antes de la apostasía, se manifestará el hombre de iniquidad... 2Tes. 2,3. Persona determinada que será instrumento de Satán.

5.- Grandes calamidades.

Ingentes calamidades o catástrofes naturales serán el preludio de la venida del Señor.
“Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas.” Mt. 24, 29. cf. Is. 13, 10. “Cuando las estrellas del cielo y la constelación de Orión no alumbren ya, esté oscurecido el sol en su salida y no brille la luz de la luna.”

6.- Todos los muertos resucitaran con sus cuerpos en el ultimo día

Símbolo “Quicumque” llamado también: Atanasiano.
De hecho, éste símbolo alcanzó tanta autoridad en la Iglesia, occidental como orienta, que entró en el uso litúrgico y ha de tenerse por verdadera definición de fe.
“...Es, pues, la fe recta que creemos y confesamos que... y a su venida todos los hombres han de resucitar con sus cuerpos...” Dz. 40.
El símbolo apostólico confiesa: “Creo... en la resurrección de la carne”.
Sagradas Escrituras:
Jesús ,contesta a los saduceos:” en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como ángeles.” Mt. 22, 29.
“y saldrán los que han obrado el bien para la resurrección de la vida, y los que han obrado mal para la resurrección del juicio.” Mt. 5, 29
“A los que creen en Jesús y comen su sangre y beben su sangre El les promete la resurrección.” Jn. 6, 39
“Yo soy la resurrección y la vida.” Jn. 11, 25.
La razón iluminada por la fe prueba la conveniencia de la resurrección:
1.- por la perfección de la redención obrada por Cristo.
2.- por la semejanza que tienen con Cristo los miembros de su cuerpo místico.
3.- el cuerpo humano santificado por la Gracia, especialmente por la Eucaristía.

7.- El Juicio Universal.

CRISTO DESPUES DE SU RETORNO,JUZGARÁ A TODOS LOS HOMBRES.

Símbolo “Quicumque”.
Es, pues, la fe recta que creemos y confesamos que...desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos...”
Sagradas Escrituras:
Jesús toma a menudo como motivo de su predicación el día del juicio:
“por eso os digo que el día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotros.” Mt. 11, 22.
“El Hijo del hombre ha de venir en loa gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras.” Mt. 16, 27.
“Jesucristo ha sido instituído por Dios juez de vivos y muertos.” Hechos 10, 42.